martes, 5 de enero de 2010

BURJ DUBAI: EL EDIFICIO MAS ALTO DEL MUNDO



Dubai, endeudada, inauguró la torre más alta colosal edificacion

En medio de problemas con su pasivo, el emirato puso en funcionamiento el mayor rascacielos de la Tierra, de 828 metros de altura

DUBAI.- Dubai inauguró el edificio más alto del mundo, en una ostentosa ceremonia mediante la que buscó ponerle una sonrisa a sus profundos problemas de deuda, mientras muchos se preguntan si esto es otra gloria del emirato o si se será su última alegría.

El rascacielos, cuya edificación costó U$S 1.500 millones y tiene 828 metros de altura y 162 pisos, y supera al más alto hasta el momento por unos 300 metros.

El regente de Dubai, el jeque Mohammed bin Rashid al-Maktoum, rebautizó el edificio Burj Khalifa, en alusión al gobernante del emirato vecino de Abu Dabi y presidente de los Emiratos Arabes Unidos, el jeque Khalifa bin Zayed al-Nahayan. Abu Dhabi entregó U$S 25.000 millones en fondos de rescate a Dubai en 2009, lo que avivó expectativas de que Dubai haga concesiones o ceda poder comercial a su vecino más rico.

Pero las dudas sobre los U$S 100.000 millones que debe el emirato, que convirtieron a su bolsa en una de las de peor desempeño, eclipsaron la ceremonia y el alarde de la constructora, Emaar Properties, de que el Burj anuncia un nuevo amanecer. "El temor de Dubai es que esto sea recordado como un nuevo ataque de irreverencia", dijo David Butter, director regional de Economist Intelligence Unit para Oriente Medio y Africa del Norte.

El primer ataque fue en noviembre del 2008, dos meses luego del colapso de Lehman Brothers, cuando Dubai gastó U$S 24 millones en la fiesta de apertura del hotel Atlantis, un evento que resaltó el gusto por la extravagancia e hizo creer que la crisis económica global no era tomada en serio.

La constructora Emaar dice que los precios de las propiedades ahora se estabilizaron, y así contradijo las amplias expectativas de más problemas en el sector. "Tienes que preguntar: ’¿por qué construimos todo esto?’. Para traer calidad de vida y sonrisas a la gente y creo que deberíamos seguir haciéndolo", dijo Mohamed Alabbar, presidente de Emaar, la mayor desarrolladora inmobiliaria del mundo árabe que cotiza en bolsa. "Las crisis van y vienen", dijo Alabbar. "Construimos para los años por venir. Debemos tener esperanza y optimismo", acotó. Pero los inversionistas no se entusiasmaron.

Las acciones de Emaar cerraron la rueda con un derrumbe de un 3,4%, con lo que arrastraron al índice referencial de Dubai a una caída de un 2,6%. "Este es el punto cúlmine del momentum de Dubai y no sólo de Emaar", dijo Saud Masud, jefe de investigaciones de UBS. "Tal vez es el fin de los megaproyectos de Dubai por los próximos años.

El emirato trata de racionalizar sus recursos y busca construir de nuevo la economía de algún modo", dijo. A su vez, en una señal de que Dubai busca cumplir sus obligaciones, DP World (uno de los mayores operadores terminales portuarias del mundo), una filial del conglomerado estatal Dubai World, anunció que abonó a tiempo las obligaciones ligadas con un bono islámico, o sukuk. El pasado 25 de noviembre Dubai anunció que suspendió el pago de miles de millones de dólares de deudas ligadas a Dubai World y sus unidades inmobiliarias Limitless y Nakheel, desarrolladora de las famosas islas artificiales con forma de palmera. (Reuters)
Edificación colosal
Trabajo descomunal.- El rascacielos fue construido en su mayor parte por trabajadores migrantes del sur de Asia. Además, para la edificación que se realizó en 1.325 días se necesitaron alrededor de 22 millones de horas hombre.

Ciudad lujosa.- La torre es una especie de ciudad vertical con lugar para 12.000 personas. El edificio cuenta con residencias de lujo, oficinas, restaurantes y el primer hotel decorado por el modisto italiano Giorgio Armani. Todo esto contribuye a que el Burj Dubai se convierta en un nuevo paraíso para las personas más ricas y exitosas del mundo.

Ceremonia inaugural.- Del acto de inauguración del edificio participaron una compañía masculina de danzas tradicionales y un coro de niños. Además hubo un impresionante castillo de fuegos artificiales. Sin embargo, el espectáculo no contó con la presencia de artistas internacionales.

Vista privilegiada.- El edificio que parece un enorme cohete espacial supera las 160 plantas y tiene una terraza llamada At the Top que se encuentra en el piso 124. Por la altura de su ubicación, este es el mirador más alto del mundo.

Críticas.- "Nadie puede saber a dónde conducirá la desmesura planificadora de los jeques, pero una cosa es segura: el desierto convertido en un gigante de acero, hormigón y vidrio no es un aporte sostenible a la cultura de la edificación", dijo Christian Baumgart, presidente de la Asociación de Arquitectos e Ingenieros Alemanes.

Obra imponente.- En la construcción del edificio se utilizaron 330.000 metros cúbicos de concreto reforzado y 103.000 metros cuadrados de vidrio. La punta de la torre se ve desde 95 kilómetros de distancia.
FI:LA GACETA

Yungay Noticias.