sábado, 4 de noviembre de 2023

Asfaltado Yungay-Llanganuco-Yanama-Llacma (Ancash-Perú) una necesidad urgente

Via Yungay Llanganuco Yanama 
Asfaltado  Yungay-Llanganuco-Yanama-Llacma una necesidad urgente de atender.

En el departamento de Ancash, Perú, la carretera Yungay-Llanganuco-Yanama-Llacma, es una vía interprovincial o departamental  inaugurada en 1974, tiene un Ancho de 5 m Longitud y 95 km, su denominación oficial es Ruta departamental AN-106, es una carretera afirmada que recorre la provincia de Yungay, de este a oeste, uniendo a las ciudades de Yungay y Yanama. También interconecta y beneficia de manera esencial a las provincias de Mariscal Luzuriaga y Pomabamba en Áncash.

La vía recorre la zona central del parque nacional Huascarán circundando los nevados Huascarán, Chopicalqui, Huandoy, haciendo posible la unión del Callejón de Huaylas y la Sierra Oriental de Áncash mediante el paso Portachuelo que atraviesa la Cordillera Blanca a 4550 m s. n. ​.

El esfuerzo por ingresar a los Andes tiene una larga historia en el Perú.

 Así en tiempo de los incas para supervisar el Imperio en el siglo XV o para extraer los productos de la agricultura en el siglo XVIII, tales rutas siempre fueron vitales para los viajes, transporte, embalaje y comunicación en los Andes. También simbolizaban el progreso y la modernización. Y así como la construcción de represas y el control de ríos, la construcción de carreteras — sostenían muchos— demostraba la habilidad humana de dominar el mundo natural y traer la civilización a lugares y pueblos remotos. Los Incas construyeron 40 000 km de caminos a través del escarpado territorio andino, recurriendo a una conscripción laboral, la mit’a. Por ende, los caminos andinos que contribuyeron a la eficiencia burocrática y la distribución de bienes y servicios emergieron hace mucho tiempo, basados en el trabajo forzado.

En la década de 1920, el presidente Leguía revitalizó los proyectos de construcción de carreteras y recreó una conscripción laboral (la conscripción vial) para completarlas.

Cuando se inició la construcción de las carreteras y caminos en la década de 1950, esta apertura de los Andes tuvo implicancias monumentales, significados diversos y consecuencias de largo alcance para una multitud de grupos diferentes a nivel local, nacional e internacional.

Mas el interés en la construcción de carreteras persistió. En Áncash y el Callejón de Huaylas, los habitantes en favor del desarrollo querían carreteras que vincularan la región a la nación. A mediados del siglo XX, una carretera principal recorría el Callejón de Huaylas a lo largo del río Santa, conectando Huaraz, Carhuaz, Yungay, Caraz y Huallanca. Muy pocas carreteras en el siglo XX se extendían a las tierras altas de la Cordillera Blanca partiendo desde el río Santa. Los ingenieros comentaron que las carreteras traerían « trascendentales consecuencias » para la región y que, a su vez, cumplirían un « ensueño patriótico ». Un medio de difusión escrito de la capital ancashina, aseveró que las nuevas carreteras andinas resolverían los más grandes problemas del Perú. Pero las carreteras no aparecieron de la noche a la mañana. Los caminos de herradura también eran sumamente importantes para las comunidades más pequeñas ya que, a falta de carreteras, estos eran esenciales para el transporte y la comunicación. Cada comunidad indígena era responsable de supervisar, mantener y reparar los caminos en su territorio. Aunque el turista del siglo XXI las pueda considerar rutas pintorescas o escénicas, los caminos en Áncash cubrían necesidades económicas vitales.

La Comisión de Lagunas construyó y mejoró unos 200 km de caminos y carreteras de la Cordillera Blanca durante las décadas de 1950 y 1960. La mayoría de nuevos senderos cubrían de 15 a 30 km y ascendían rápidamente por las quebradas de la Cordillera Blanca. Frecuentemente subían desde las orillas del río Santa, a 2500 ó 3000 m de elevación, hasta 4000 ó 4500 msnm al pie de los glaciares y las orillas de las peligrosas lagunas glaciares. Tras el aluvión de Los Cedros de 1950, el presidente Odría ordenó la reconstrucción de las carreteras destruidas. En la mayoría de casos, la Comisión de Lagunas solo podía asumir el costo de construir senderos, no carreteras, hacia las lagunas de la Cordillera Blanca. Aunque las carreteras sin duda habrían permitido que se completaran con mayor rapidez los proyectos de seguridad de lagunas glaciares, los senderos de todos modos proveyeron un grado de accesibilidad. A lo largo de la década de 1950 y en los años posteriores, las nuevas carreteras y senderos también ayudaron a la población y al gobierno regional a mejorar el transporte, la comunicación, el turismo, el uso del agua, el monitoreo de glaciares y lagunas, y la prevención de desastres. En muchos aspectos, fue la Comisión de Lagunas la que inicialmente « abrió » la Cordillera Blanca y amplió la interacción entre comunidades locales y forasteros.

Algunas veces la Comisión de Lagunas construía carreteras en vez de senderos pues los ingenieros gubernamentales se percataban de que estas podrían cumplir otras funciones, tales como facilitar el turismo en la laguna Llanganuco. Según el inventario de lagunas de 1953, Llanganuco no estaba entre las lagunas glaciares más peligrosas de la Cordillera Blanca. Pero tal como sugirió un analista en 1951, un hotel de turistas, un muelle de botes y « un camino carretero magnífico de acceso al lugar » podrían transformar Llanganuco en un activo económico para toda la provincia de Yungay. La Comisión de Lagunas unió fuerzas con la Corporación del Santa para completar la carretera Yungay-Llanganuco en 1958. En la ceremonia de inauguración, las autoridades presumían que la carretera era de « importancia nacional » al promover el turismo internacional y proveer « múltiples beneficios: turísticos, científicos, comerciales e industriales. La participación de la Comisión de Lagunas en la carretera de Llanganuco en una época en que existían decenas de otras lagunas glaciares inestables, la mayoría sin acceso vial, también muestra que las prioridades de la agencia iban más allá de la mitigación de desastres y la manera en que activamente llevaba a cabo la economía del desastre.

En la década de 1960, dos voluntarios del Cuerpo de Paz que trabajaban en temas de turismo y preservación en la Cordillera Blanca observaron que los proyectos de control de lagunas mejoraban la seguridad física de los habitantes, mientras que Llanganuco y otras rutas de acceso les brindaban seguridad económica. En el caso de las lagunas Parón y Llanganuco, la Comisión de Lagunas construyó carreteras con el fin específico de generación hidroeléctrica y turismo.

Luis Ghiglino Antunez de Mayolo, Aijino. De profesión Ingeniero, casado con la dama Yungaina Nelly Bambarén Gastelumendi. Trabajo desde 1941 en  la Corporación Peruana de la Santa – proyecto de la Central Hidroeléctrica del Cañón del Pato -desempeñando primero labores de Ingeniero de proyectos, después Ingeniero constructor de la obra y por último Jefe General de la Central Hidroeléctrica donde laboró por 22 años. En los años que anduvo por el Departamento de Ancash, se identificó con los problemática yungaina y apoyó la ejecución de proyectos, tales como: el inicio de la construcción de la carretera Yungay a Llanganuco en 1955, obra que inauguro en 1958. Es destacable que durante la inauguración de la carretera de Yungay a Llanganuco, el Ing. Max Peña Prado, Presidente de la Corporación Peruana del Santa  (Cargo equivalente a Presidente del Gobierno Regional de Ancash), declaró a Yungay “Capital Turística del Departamento de Ancash”, cuyos detalles se publicaron al dia siguiente en el diario “La Crónica” del 25 de mayo de 1958.

En la actualidad existen muchas quejas por parte de los turistas (los que viajan masivamente) y los receptivos (quienes viajan por motivos de salud o trabajo), puesto la laguna Llanganuco es uno de los lugares más visitados del departamento de Áncash. Se estima que cuenta con más de 300 mil visitantes al año, cifra que supera a diferentes circuitos turísticos de otros departamentos que sí gozan de inversión estatal.

Existe la urgencia del asfaltado de esta importante vía por lo que la población yungaina exige su pronta ejecución, postergada por muchos años por los gobernantes de turno del ámbito local, regional y nacional.

Referencias:
Carey, M. (2021). Capítulo 4. Desglaciación y catástrofes andinas: Retos y oportunidades hidroeléctricas. En Glaciares, cambio climático y desastres naturales: Ciencia y sociedad en el Perú (pp. 149-181). Institut français d’études andines. https://doi.org/10.4000/books.ifea.11364
Yungay.Peru.com. (2023). Yungayperu.com. https://yungayperu.com.pe/personajes-destacados/


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