sábado, 29 de mayo de 2010

Educación Emocional

¿Porqué las emociones deben ser consideradas como materia de estudio? Porque son vitales en nuestras vidas y si queremos tener una mejor vida, vale la pena conocerlas.
Las emociones ya no son lo que eran. Han dejado el ámbito en el cual sae les atribuía cualidades subalternas y menores en la vida de los humanos, para instalarse en el centro de la atención de la investigación acerca de las personas.
La década de los noventa se decretó como la década del estudio del cerebro y si durante el siglo XX la pregunta era saber “cómo pensamos”, ahora es “cómo sentimos”.
La revolución emocional que estamos viviendo, es un cambio de paradigma que implica el paso del pensar al sentir. Muchas personas distinguen las emociones negativas y destructivas de las positivas. Pero nuestra postura es que todas las emociones no pueden ser sino positivas pues son la energía vital que nos anima.
Lo que puede ser negativo, destructivo o positivo, es lo que hacemos con la energía emocional. Algunas de las áreas en las cuales ha cambiado nuestra visión se refieren al papel de las emociones en nuestra supervivencia, en lo que hacemos, en la generación de los valores, en el aprendizaje, en la memoria, en el pensamiento racional y en la salud. Así, podemos afirmar que las emociones son vitales para lo más importante que nos ocurre en nuestra vida. Es más, nuestra vida está hechas de emociones.
En la educación emocional estamos lejos del ámbito del conocimiento estructurado y ordenado del deber ser conceptual. La educación emocional, a diferencia del enfoque de inteligencia emocional, no es un camino de adquisición de destrezas, sino que es una educación de integración donde el maestro y el aprendiz son los mismos. En la educación emocional, sabemos donde estamos cuando empezamos, pero no sabemos a dónde nos llevará este sendero. Otro aspecto es la disposición de apertura. Se trata de estar dispuesto a mirar los obstáculos que impiden que nos veamos. Los prejuicios y estereotipos, impiden ver. Ellos tergiversan y hacen imposible el desarrollo de una comprensión emocional.
También es importante el sentir. El sentir no es un acto intelectual, sino una experiencia emocional. Lo que sentimos, lo sentimos en nuestro cuerpo sensible porque es allí donde encontramos el soporte interno de las emociones. Al sentir nuestro cuerpo, sentir y conocer se fusionan en un mismo acto. Las emociones ocurren en el cuerpo en un espacio pre–consciente y en el campo emocional, lo pre–consciente y lo corporal están íntimamente asociados.Cuando hablamos de competencias emocionales en la educación emocional, a diferencia de las destrezas propias de la inteligencia emocional, nos referimos a la capacidad transformadora de la educación emocional que resulta en la aparición o el desarrollo de un conjunto de cualidades en la persona. Mientras que la inteligencia emocional consiste en la adquisición de destrezas con respecto a sus propias emociones y las de los demás, la competencia emocional implica no só lo la incorporación de dichas destrezas, sino que incluye además un proceso de transformación en la cual una persona incorpora la conciencia y comprensión emocional.
Antes de formular las competencias emocionales y para tener una mejor comprensión de lo que ellas son, en la clase de Internet para los matriculados se explica lo que es la inconsciencia o la ignorancia emocional, lo que se refiere a que muchas de nuestras emociones son inconscientes y, sin embargo, tienen una influencia fuerte en nosotros, porque también son procesadas por nuestro cerebro y nos predisponen a la acción. El desarrollo emocional es un proceso en que se van logrando ciertas competencias. Pero no es un logro definitivo, siendo mantenerlas mediante un nivel de práctica, tal como los virtuosos de la música o del deporte, pasan horas diariamente practicando su arte.
Vivir en la inconciencia emocional es estar desconectado de sí mismo. Es no sentir lo que le pasa. Existen varias y diversas maneras de vivir desconectado de la propia experiencia emocional y algunas se analizan en la clase para los matriculados. A grandes rasgos, tienen que ver con el no darse cuenta de lo que se siente por falta de contacto consciente con el cuerpo y con el tono afectivo personal; no poder nombrar y/o comunicar las propias emociones, es decir, no saber hablar, con uno mismo o con otros, de la experiencia emocional; no reconocer qué lo hace a uno estar como está; no aceptar la propia experiencia emocional, y pensar que no hay forma de salir del estado en que se está: ver las emociones como todopoderosas y atrapantes.
Si vivimos en la inconsciencia emocional personal, si somos incompetentes en el plano emocional, si negamos nuestros sentimientos, negamos lo que los otros puedan sentir. No solo en el espacio “individual” pueden aparecer confusiones en relación a la experiencia emocional.
Dado que, como en la escuela, todos vivimos en relaciones y actuamos en un espacio con otros, existe también la posibilidad de que erremos en la comprensión de lo que esos otros sienten, es decir, que caigamos en lo que hemos llamado la incomprensión emocional o en la mala comprensión emocional que es fuente de malentendidos y de sufrimiento. En la clase de internet se ven distintas formas de entrar en este espacio.
Y, como siempre estamos entrando y saliendo de ambientes emocionales compartidos que influencian nuestro actuar, también se explica cómo reconocerlos.


Yungay Noticias.