viernes, 3 de febrero de 2012

LA OTRA MONA LISA

El Genial Leonardo Da Vinci y Su Discipulo Gian Giacomo Caprotti da Oreno, llamado Salai o Salaino, con quien vivio 25 años.
Descubren en El Prado una réplica de La Gioconda que pudo ser pintada por el amante de Leonardo




La otra Mona Lisa o La Mona Lisa Gemela.

La réplica de la Gioconda del Museo del Prado fue pintada en el estudio de Da Vinci, de forma casi simultánea con el original.
A la Mona Lisa le ha salido una hermana gemela, más guapa y mejor conservada.
Y es que al retirar una capa de barniz oscuro que tenía esa copia de la Gioconda, se han percatado de un fondo idéntico al original, y detalles, como las cejas, que el tiempo y las restauraciones agresivas, se habían encargado de ir borrando en la Gioconda del museo parisino.
El Museo del Prado era consciente de la existencia en su pinacoteca de una copia de la famosa Mona Lisa de Leonardo Da Vinci.

Lo que ignoraba es que se trataba de una copia tan similar y que, posiblemente, se hubiera podido realizar en el mismo taller de Da Vinci, por parte de algún discípulo, siguiendo las directrices del pintor Italiano.
Ésta réplica llevaba en los catálogos reales de España al menos desde 1666 (primera referencia escrita en los registros de los catálogos y de ahí su inscripción en el margen inferior izquierdo 666 como se puede ver en la foto). Apenas algo más de siglo y medio después de la creación de la Gioconda (que recordemos es del año 1503-1506) (No hay ningún mensaje encriptado como algunos han intentado ver en esa inscripción).
El problema era que existía una capa de barniz oscuro que tapaba y no dejaba ver el fondo del cuadro así como algunos detalles relevantes.
Tras la petición de cesión temporal por parte del Museo del Louvre para una exposición entorno a Da Vinci se disparó la curiosidad del equipo del Museo del Prado, y tras un estudio técnico y arduos trabajos de limpieza, acabaron de eliminar ese fondo negro y se descubrió el paisaje de fondo toscano, con mayor definición, mejor estado de conservación y dejando apreciar mejor los detalles que en el original.
Además se pueden ver bien los laterales, lo cual en el original se pierde debido al marco.
Un análisis detallado gracias a los rayos X, desveló que las correcciones y rectificaciones, así como la forma de componer el cuadro en la pintura del Prado eran muy parecidas a las halladas en la Gioconda del Louvre.
No cabía duda ya, de que debía ser obra de un pupilo aventajado del Maestro dibujado casi simultáneamente al original.
Entre los nombres posibles salen a relucir el de Andrea Salai (quien se convertiría con el tiempo en amante del pintor florentino) y el de Francesco Melzi.
La única duda a desvelar es por qué Leonardo permitió que en una obra tan importante, otro artista, por muy pupilo suyo que fuera, retratara de forma simultánea a la esposa de Francesco Bartolomeo del Giocondo. ¿Era acaso una forma de proceder habitual con su alumnado?
FI:planetaincognito
Yungay Noticias.