martes, 1 de septiembre de 2009

BOLIVIANOS MANIFIESTAN QUE TAMBIEN NOS APROPIAMOS DEL EKEKO



LA ALCALDÍA PACEÑA DICE QUE ES OTRO INTENTO DE APROPIACIÓN DEL PATRIMONIO BOLIVIANO
En Puno afirman que el Ekeko es una divinidad “binacional”

Puno / Erick Ortega.- El Ekeko sonríe en la avenida Floral, de Puno, Perú. Para los puneños, la figura es propia de la región andina, por lo tanto, binacional.

César Suaña Zenteno, folklorista y periodista de la urbe fronteriza, es uno de los defensores de la tesis peruana. “Nosotros acá tenemos la misma tradición que ustedes. Para nosotros, el Ekeko es el dios prehispánico Thunupa, que pertenece a la región conjunta entre Perú y Bolivia”.

Esta reivindicación se suma a la demanda peruana de que la danza de la diablada es peruana, tanto así que la representante de ese país en el Miss Universo, Karen Schwarz, se presentó con este traje típico.

La directora del Instituto Nacional de Cultura de Perú, Cecilia Bákula, argumentó que el baile era un bien común del altiplano, al igual que César Suaña Zenteno, respecto del Ekeko.

Para las autoridades bolivianas, tanto la diablada como el Ekeko se originan en el territorio de lo que hoy es Bolivia. En el segundo caso, el antropólogo boliviano Édgar Arandia afirmó que es una divinidad que nació en Tiwanaku, es decir, en Bolivia.

En las avenidas

En Puno, no hay dudas del origen binacional del Ekeko. En la avenida Floral, una de las más importantes, está el Ekeko hace varios años. La calle Peatonal de la urbe, que diariamente es visitada por cientos de turistas, ofrece artesanías con este personaje, que en vez de billetes bolivianos carga soles y dólares.

Hay también un pub que tiene el nombre de este “dios de la abundancia”.

Cada 3 de mayo se celebra en Puno y Juliaca la fiesta de la Alasita con las mismas características de la feria paceña; y quienes compran al Ekeko también adquieren las miniaturas, con la esperanza de que en el futuro éstas se conviertan en realidad.

“La tradición, que es andina, nos ha enseñado que depende mucho de la actitud y la fe que tengamos con el Ekeko; si lo tratamos bien, lo hacemos fumar, nos da abundancia y riqueza; si no lo tratamos bien, nos castiga”.

Contraparte boliviana

“El Ekeko tiene su origen en Tiwanaku, que está en territorio boliviano”, sostuvo sin lugar a dudas el antropólogo, poeta y director del Museo de Arte, Édgar Arandia. Él, además, es autor de una investigación sobre el tema, que pretende plasmarla en un libro.

“Para empezar, el Ekeko no es un dios, sino una divinidad de la fecundidad. Tiene varias maneras de representación, en Tiwanaku se lo representaba con el pene erecto, también lo representaban con joroba”.

Siguiendo la tesis de Arandia, el Ekeko formaba parte de la jerarquía que acompañaba a los incas, “pero su origen no es incaico, sino tiwanacota”. El diocesillo era tan importante en las decisiones de la realeza, que existen cuadros antiguos con la imagen de un enano al lado de las autoridades.

Guardando las distancias, el Ekeko era como un “ministro del interior” de la jerarquía incaica y su opinión era bien escuchada por los monarcas.

Postura edil

El oficial mayor de Culturas de la Alcaldía paceña, Wálter Gómez, sostiene que lo sucedido con el Ekeko es similar a la controversia despertada con la diablada.

“Es prácticamente lo mismo. Hubo un tiempo en que los artesanos de Bolivia fueron a otros países y llevaron sus productos. Los otros países se adueñaron de lo nuestro y por eso ahora existen estas controversias”. Además —continúa el representante edil—, las nuevas generaciones puneñas son las que han nacido y crecido con la festividad de la Alasita. “Allá, la Alasita debe tener unos 50 años, y en Bolivia se celebraba la fiesta hace más de un siglo”.

Arandia también aporta un nuevo elemento sobre el Ekeko puneño. “En Perú se mueve mucho dinero para el apoyo al turismo; mientras que en Bolivia no. A ellos les conviene ofrecer al Ekeko como si fuera patrimonio suyo”, de esta manera atraería a una mayor cantidad de visitantes hacia Puno y las ciudades aledañas que forman parte del circuito cusqueño que oferta al Machu Picchu.

Según comprobó La Prensa, el Ekeko está también en los anaqueles de la ciudad de Lima. Incluso en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez se ofrecen artesanías con esa imagen.

Otra versión

El Ekeko es aymara, dice Víctor Santa cruz en su Tomo III de La Paz en su IV Centenario.

Su imagen actual está basada en el gobernador político y militar Sebastián Segurola.

Segurola era pequeño, de mofletes llenos y sonrosados, tenía extremidades breves.

Durante el cerco a La Paz en 1781, cuenta la leyenda que apareció la imagen del Ekeko.

Desde entonces, un día al año (24 de enero) se festeja a la divinidad andina.

La Feria de la Alasita, que en su traducción del aymara es “comprame”, es en honor del Ekeko.

El Ekeko está repleto de artículos de primera necesidad y se lo denomina dios de la abundancia.

En las anteriores versiones de Alasita, el diocesillo lleva computadoras y artículos novedosos.

En Puno y Juliaca se repite la misma tradición, aunque en fechas distintas. Yungay Noticias.

FI.La Prensa

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