Foto: Archivo Yungay Noticias
Los balances de la gestión del gobierno aprista pueden hacerse en relación al pasado, al presente o al futuro. En el primer caso, se trata de comparar los planteamientos que hizo el APRA en la campaña electoral 2006-2011 con sus realizaciones, para pedir cuentas por lo que no hecho. En el segundo caso, se trata de analizar las acciones del trienio y la calidad de su ejecución, para ver si los objetivos se están cumpliendo. Y en cuanto al futuro, se trata de ver cuánto nos hemos acercado o no al logro de una educación de primera para todos, en concordancia con el Proyecto Educativo Nacional. En cuanto al plan de gobierno en Educación los ítems incumplidos del plan son numerosos: 90. Cumplir el Acuerdo Nacional en lo referente al incremento anual del presupuesto educativo en 0.25 del PBI hasta llegar al 6%. 93. Adoptar políticas educativas que mejoren radicalmente el rendimiento en las áreas de Matemática, Comunicación y comprensión de lectura, en los tres primeros años de educación básica. 97. Dar un tratamiento especial y diferenciado para la educación rural. En especial, transformar paulatinamente las escuelas unidocentes en polidocentes. 111. Establecer exámenes nacionales para 6to.de primaria, 5to. de secundaria. 114. Restablecer el programa de vivienda magisterial promoviendo en cada programa auspiciado por el Estado el acceso preferencial de los maestros. En cuanto al deporte los incumplimientos corresponden a: 134. Fomentar la educación física, el deporte y la recreación a partir de un impuesto directo aplicado a los productos de consumo nocivo. 136. Modernizar los currículos para la formación de docentes de educación física y progresivamente duplicar de 9,000 a 18,000 el número de profesores de educación física. En lo que respecta a las acciones del gobierno del trienio 2007-2009, hay una notoria distancia entre las ideas –algunas improvisadas por voluntad presidencial, otras pensadas de modo más cuidadoso- y la ejecución, que evidencia notorias deficiencias. Por citar algunas: la alfabetización es auditada por consultores internacionales sin reputación en el tema. La evaluación censal de alumnos se repite tres veces en 2do grado sin sentido alguno porque no hubo política de focalización de inversiones en los primeros grados como para que ocurra algún cambio significativo. El colegio secundario Presidente de la República es una expresión del centralismo que obliga a alumnos de todas las regiones a venir a Lima a un internado de 900 adolescentes para cuyo manejo el gobierno no tiene la menor experiencia. La llamada municipalización es contraria a la voluntad de los municipios y solamente les traslada responsabilidades administrativas sin impacto educativo alguno en los colegios. El reparto arbitrario de 250,00 laptops no solo deja en el aire a otros cientos de miles de peruanos que no las recibirán sino que además aparece descolgada del currículo escolar que no está diseñado para incorporarlas ni cuenta con profesores capacitados para sacarles provecho. La estrategia de poner el inalcanzable 14 como nota mínima aprobatoria para ingresar a ISP ha cerrado las puertas de decenas de ISP que atendían las zonas nativas y rurales, bilingües interculturales, que próximamente ya no contarán con instituciones formadoras. La carrera pública magisterial diseñada para implementarse en unos 12 años hará crónica la tensión entre los que maestros de la ley del magisterio antigua (con salarios congelados) y los ingresantes a la nueva carrera con salarios mejorados. Además, calificar a las profesoras de inicial como profesoras de 25 horas pedagógicas deja en el aire a los niños que tienen que ser atendidos por 30 horas cronológicas. La CPM evalúa de todo menos el desempeño docente en el aula, y deja fuera como evaluador al Director que por definición es el responsable de la conducción del centro educativo. En cuanto al futuro, para que la educación sea la escalera que nos saque de la pobreza y haga del Perú un país competitivo que cuando menos se ubique entre los líderes de América Latina en la calidad de sus recursos humanos, requiere invertir al menos 1% del PBI en Investigación, Ciencia y Tecnología (que hoy está en 0.15%) y 6% del PBI en educación, (que hoy están en 35), para levantar el piso y el techo del desempeño de los estudiantes escolares y universitarios. Salvo que el Perú pueda hacer crecer el valor agregado que escasamente colocamos sobre las materias primas, estaremos condenados a la inequidad y pobreza crónica. En este terreno se están registrando avances en la conciencia de los empresarios. Más y más eventos empresariales están considerando temas de educación, investigación, ciencia, tecnología y competitividad, lo que abre la esperanza de la conformación de un lobby empresarial pro-educación que sea capaz de empujar a los gobiernos a prestarle la debida atención.
Por: León Trahtemberg
Por: León Trahtemberg
Yungay Noticias.