jueves, 31 de diciembre de 2020

RUMBO AL BICENTENARIO: BATALLÓN PARTIOTA “LOS GRANADEROS DE COLOMBIA” EN YUNGAY.

Caballería en la Batalla de Junín.


31 DE DICIEMBRE DE 1823.

A finales de 1823, desde Huaraz, el general del Estado Mayor, Antonio José de Sucre, ordena que los 3,500 soldados del Ejercito Libertador, fuerza militar combinadas de la República de Colombia (actuales Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá), sean distribuidos en los diversos pueblos del departamento de Huaylas.

Es así que Yungay, acoge al Batallón: Regimiento de Caballería “Los Granaderos de Colombia”, tropa libertaria decisiva de la independencia nacional, que pusieron a disposición su honor y su vida en esta gloriosa causa, quienes al mando del general Guillermo Miller y otros Batallones Patriotas lograron un contundente triunfo en la Pampa de la Quinua, Batalla de Ayacucho en diciembre de 1824.

Esta decisión se tomó con el objetivo estratégico de incrementar el número de soldados del Ejercito Patriota, a 7 mil plazas, pretendiendo reclutar el doble de voluntarios con del ya se tenía, y poder así enfrentar al numeroso ejército realista, pues era ya inminente el enfrentamiento entre ambos ejércitos. Sucre, siguiendo las instrucciones de Simón Bolívar quien se encontraba en Pativilca convaleciendo de sus graves problemas pulmonares, debía obrar con rapidez pues si el enemigo notaba la gran debilidad de la gente a su mando, podía atacar con todas sus fuerzas y aniquilar la esperanza de la liberación americana.

Antonio José de Sucre, asi mismo ordenó las siguientes otras ubicaciones de la tropas:

Huaraz: Estado Mayor del Ejército.

Carhuaz: Batallón “Los Granaderos de Colombia”

Huaylas y Caraz: Batallones “Vencedores y Rifles”

Aquia: Batallón “Vargas”

Chiquián: Batallón “Los Húsares de Colombia”

Huari: “Batallón Bogotá”

Libertador Don Simón Bolívar, enfermo en Pativilca.

En estos pueblos el ejercito patriota realizó su aprovisionamiento, aclimatación y entrenamiento, por instrucciones del Libertador Don Simón Bolívar, quien desde Pativilca, escribe “deberán hacer nuestros soldados todas las semanas dos marchas de diez leguas (55 km) cada una y hacerles pasar la cordillera de vez en cuando para que se acostumbren al soroche y a las punas”.

Las tropas de Ejército Libertador, conformado por gran cantidad de voluntarios incorporados, dejaron el Callejón de Huaylas” luego de cinco meses, en junio de 1824. Así el Ejército Unido Libertador del Perú, se cubrió de gloria en los campos de Junín (agosto) y Ayacucho (diciembre), logrando poner fin a la presencia militar colonial española en Sudamérica y logrando consolidar la Independencia patria,  habiéndose sumado a esta causa Yungainos, Huaylinos, Carhuacinos, Huaracinos.

Posteriormente en 1825, Bolívar redacta y publica una reseña de la vida del general Sucre, señalando: “La batalla de Ayacucho es la cumbre de la gloria americana, y la obra del general Sucre. La disposición de ella ha sido perfecta, y su ejecución divina. Las generaciones venideras esperan la victoria de Ayacucho para bendecirla y contemplarla sentada en el trono de la libertad, dictando a los americanos el ejercicio de sus derechos, y el imperio sagrado de la naturaleza.”(Bolívar, Carta a Sucre, Nazca, 26 de abril de 1825).

Referencia.  Alba(2015). Ministerio de Cultura(2019)

Yungay Noticias.