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Confederación Perú Boliviana. Señalando a Yungay escenario decisivo . |
En un diario web de circulación internacional, hace poco, se publicó el siguiente titular: “El País Breve que existió por menos de 3 años en América del Sur”, en alusión a la Confederación Perú-Boliviana, disuelta en 1839, teniendo como escenario a Yungay-Ancash-Perú.
Es así, que dentro de la
efemérides Yungaina, en el primer mes del año se tiene uno de los episodios más
decisivos de la época republicana del Perú, en 1839 se definía el régimen
político de nuestra patria. Éste 20 de enero se conmemora el 185 aniversario de
la Batalla de Yungay, suceso que puso fin a la Confederación Perú Boliviana.
En las páginas del Libro de Oro
de Yungay, se plasma de la siguiente manera:
YUNGAY EN LA CONFEDERACION PERU
BOLIVIANA.
Catorce años después de sellada
nuestra emancipación del dominio español, el Perú fue campo de una serie de
convulsiones políticas donde los grandes caudillos militares, generales
formados en las guerras de la independencia luchaban a cual más por su
predominio. Santa Cruz, lugarteniente de Bolívar, concibió la idea de formar
una poderosa confederación, para el efecto pensó como más factible la de
Bolivia con el Perú. Desde 1829 hasta 1835 ésta fue su ambición soñada.
Proclamado en 1833 el General
Luis José Orbegoso por la Convención Nacional Presidente del Perú, Santa Cruz
vio llegado el momento de realizar su plan. En efecto, Orbegoso combatido por
Gamarra y Bermúdez y viendo usurpado su poder por Salaverry, invocó la ayuda de
Santa Cruz, Presidente de Bolivia, quien envió un poderoso ejército con el que
derroto a Gamarra en Yanacocha y a Salaverry en Socabaya, formándose entonces
la Confederación Perú-Boliviana que se dividió en tres estados: Nor peruano,
Sur peruano y Bolivia.
Fatalmente él fue el único
vidente. Su obra no fue comprendida y entonces las ambiciones políticas
aprovecharon del instante para levantar bandera. Así, mientras se empeñan en
esa lucha ignominiosa de hombres y de partidos quizá única en la historia de
las naciones de Sud-América, se aprovecha el ambicioso vecino para clavar la
primera dentellada en las carnes que cuarenta años más tarde iba a devorar
hasta saciarse.
Yungay, para el Perú como para
Bolivia, fue, pues, el primer eslabón de la cadena con que Chile nos ató a su
carro de vencedor del 79. (Conceptos militares del general Felipe de la Barra).
Referencia: Libro de Oro de
Yungay. Pág. 16
Foto. Web.